Respirar por la nariz no solo es una cuestión de comodidad: es una forma científicamente comprobada de mejorar la calidad del sueño, aumentar la energía y favorecer la salud general.
Los estudios demuestran que la respiración nasal aumenta el flujo de oxígeno, lo que permite que el cuerpo absorba más oxígeno para un sueño más profundo, una mejor recuperación muscular y niveles de energía sostenidos.
También ayuda a regular el sistema nervioso, manteniendo el cuerpo en un estado de “descanso y digestión”, lo que reduce el cortisol (hormonas del estrés) y promueve la relajación.
Al fomentar un patrón de respiración constante, la respiración nasal estabiliza la frecuencia cardíaca, minimizando los trastornos del sueño y mejorando los ciclos de sueño.
Además, los ronquidos, uno de los factores más comunes que alteran la calidad del sueño, suelen estar causados por la respiración bucal.
Al sellar suavemente los labios, el flujo de aire se dirige naturalmente a través de la nariz, evitando los ronquidos y garantizando un descanso ininterrumpido.
Incluso los investigadores del sueño y los expertos en bienestar ahora recomiendan el uso de cinta bucal como una forma simple pero poderosa de optimizar el sueño y despertarse sintiéndose realmente renovado.